Europa Directo Ciudad Real

La Unión Europea es hoy una realidad, desde la oficina de Europa Directo de Ciudad Real informamos a toda la ciudadanía sobre las políticas de la UE, tus derechos como ciudadano europeo, los programas de estudio y ofertas laborales en otros países de la Unión, así como de aspectos de la cultura y la Historia de Europa. En este blog queremos dar a conocer nuestras actividades, los eventos llevados a cabo desde nuestro Centro o en los que hemos participado, y en definitiva dar a conocer a nuestros lectores la Unión Europea.

miércoles, 14 de diciembre de 2016

Tristeza ante el Brexit.

Este año que finaliza hemos sido testigos de un hecho histórico, un hecho sin precedentes, como es el abandono de la Unión Europea por parte de uno de sus Estados miembros, un Estado además que ha jugado un papel fundamental, cualitativa y cuantitativa, en el conjunto de la Unión.


Las islas británicas han aportado mucho a la cultura en general y a la cultura occidental en particular, la “insularidad” nunca ha sido total y determinante, y por eso no es de extrañar que en la Gran Bretaña de posguerra, al igual que en el resto de Europa, surgieran voces en pos de la unidad y la paz entre europeos, entre ellas las del premier británico Winston Churchill, un figura clave para entender la Historia del siglo XX, y considerado hoy como uno de los “Padres de Europa”.

Winston Churchill, Primer Ministro Británico, uno de los vencedor del nazismo
en la II Guerra Mundial y considerado uno de los "Padres Fundadores de Europa".
Los deseos de Churchill datan de 1946, sin embargo, el Reino Unido no estuvo entre los Estados fundadores de la entonces Comunidad Europea, y posteriormente sus intentos de adhesión chocarían varias veces con el veto francés. El general y presidente de Francia, Charles De Gaulle, también considerado como otro de los Padres de Europa,  se oponía enérgicamente al ingreso de un país al que acusaba de falta de compromiso con la unión, y al que se veía más ligado cultural e históricamente con su antiguo imperio (los países de la Commonwealth) y Estados Unidos que con el resto de Europa, y quizá fuera cierto, pero eso no era excusa, todas las naciones europeas occidentales mantienen relaciones post-coloniales con países de otras regiones del globo.

Países de la Commonwealth o "Comunidad Británica de Naciones".

Finalmente, el Reino Unido, junto a Irlanda y Dinamarca, ingresó en la entonces Comunidad Económica Europea en 1973, lo cual se vio refrendado por su ciudadanía dos años más tarde con la celebración de un referéndum en el que el “Sí” a Europa vence por mayoría, con casi el 70% de los votos, al euroescepticismo. Al margen de las diferencias y semejanzas entre este referéndum y el que se acaba de celebrar – y que serían motivo para otro interesante análisis de opinión – no podemos acusar al gobierno británico de prescindir de métodos democráticos a la hora de tomar decisiones, pero esto no implica que no exista desolación ante los resultados obtenidos.

Carteles en el Referéndum británico de 1975

El Brexit es una triste noticia, y en ello coincidimos con las palabras del presidente Juncker cuando recientemente ha afirmado que puede que los sentimientos no pertenezcan a la vida política – o al menos así nos lo quieren hacer creer – pero que los políticos, esos hombres y mujeres dedicados a representar, trabajar y hablar por la ciudadanía, no son máquinas, no son robots, sino seres humanos, y si existe un proyecto en el viejo continente que ha despertado sentimientos, y sobre todo entusiasmo, ese ha sido el de volver a alcanzar la concordia entre sus pueblos, evitar que se recurra al enfrentamiento armado como forma de resolución de conflictos, reforzar los lazos de solidaridad entre ciudadanos y ciudadanas de todos los pueblos de Europa, y en definitiva, crear una Unión Europea.


El Partido Conservador Británico pide el "Sí" a Europa en el Referéndum de 1975.

martes, 13 de diciembre de 2016

Celebración del Día de los Derechos Humanos.

El pasado sábado 10 de diciembre, se conmemoró en Ciudad Real el Día de los Derechos Humanos que contó con la colaboración, el apoyo y el patrocinio de nuestro Centro de Información Europa Directo Ciudad Real.


          

El evento fue organizado por el Ayuntamiento de Ciudad Real, y en concreto la Concejalía de Acción Social y Cooperación Internacional, estuvo dedicado a la crisis de los refugiados en Europa, y tuvo lugar en el Centro Cultural Antiguo casino, donde profesores y alumnos del IES “Juan Bosco” de Alcázar de San Juan (Ciudad Real) ofrecieron a todos los presentes su espectáculo “Lieu de vie” (“Lugar para vivir”), recital de poesía, música y magia acompañado desde mayo de este año del proyecto expositivo de fotografías: “Una narración visual inacabada sobre la crisis de refugiados en Europa”, obra de Jesús Gabaldón. 



Tanto el espectáculo como la exposición forman parte del proyecto educativo “Mi escuela, tu refugio” del presente centro de educación secundaria, lo que le valió ganar el VIII Premio Nacional de Educación para el Desarrollo Vicente Ferrer. Se trata de un proyecto solidario y educativo que tiene como objetivo concienciar desde la escuela sobre el drama que viven los que menos tienen.


La Unión Europea se encuentra a la cabeza de las regiones del planeta en cuando a defensa de los Derechos Humanos en todo el mundo, a parte de que nuestro continente es la cuna de estos derechos, se trata del principal colaborador en la ayuda al desarrollo a los países menos favorecidos, hoy, la crisis de los refugiados constituye una catástrofe humanitaria y por tanto uno de los retos a los que las instituciones y representantes políticos comunitarios deben hacer frente. En nuestro centro de información hemos dedicado artículos en las redes sociales y medios de información locales sobre esta problemática.


lunes, 12 de diciembre de 2016

Parlamentarismo español y europeo.

El Parlamento es, y ha sido a lo largo de la Historia, la institución más representativa de las democracias, representativa en un doble sentido: el de ser su principal característica, y en la de su naturaleza democrática. Se trata de la institución que mejor representa a los ciudadanos, de forma más proporcional y directa. En nuestro país, a parte de los parlamentos autonómicos, tenemos la fortuna de contar con una doble representatividad: a nivel nacional, y como ciudadanos y ciudadanas de la Unión Europea, con todo lo que ello nos aporta en cuanto a libertades y derechos. Como no podía ser de otro modo, ambas instituciones cuentan con semejanzas, pero también con sus propias peculiaridades.
 
La democracia europea es la segunda más extensa del mundo.

El Parlamento Europeo es considerado como la “primera institución comunitaria”, sin querer minusvalorar el papel que cada una de las instituciones cumple, la Eurocámara o Europarlamento, como también se la conoce, representa a todos los ciudadanos de la Unión Europea en lo que se ha venido a designar como la segunda democracia más extensa del mundo.
 
Una de las sedes del Parlamento Europeo o Eurocámara.

El Parlamento Español, expresa igualmente la soberanía nacional y cuenta con el nombre oficial de Cortes Generales, pero a diferencia del caso europeo, que es un ejemplo de parlamento unicameral, el Parlamento Español consta de dos cámaras: la cámara baja o Congreso de los Diputados, y la cámara alta o Senado. La primera de estas cámaras cuenta con 350 diputados que son elegidos cada 4 años mediante sufragio universal directo, distribuidos en grupos parlamentarios según los partidos políticos a los que pertenecen, mientras que la segunda, de carácter territorial, está compuesta por senadores electos por circunscripciones (4 por provincia, 2 por cada ciudad autónoma, y un sistema distintos en los archipiélagos) y senadores designados por los parlamentos autonómicos (uno fijo por comunidad autónoma, a los que se añaden uno por cada millón de habitantes en ese territorio, por lo que su número varía con el tiempo). El Parlamento Europeo, por su parte, cuenta con 766 miembros, asignada su elección a cada Estado en función de sus habitantes y englobados en 8 grupos parlamentarios en base a afinidades políticas e ideológicas.
 
La sede del Congreso de los Diputados, en Madrid,
sede de la Cámara Baja del Parlamento español.
Al margen de peculiaridades formales, las diferencias también se dan en cuanto a funciones y competencias. La función principal es el poder legislativo, pero mientras en el caso comunitario la Eurocámara, en coordinación con el Consejo de la Unión Europea (el llamado “procedimiento de codecisión”), se limita a aprobar los textos legislativos, el Parlamento Español cuenta además con plena potestad para elaborarlos, función que a nivel europeo corresponde al poder ejecutivo, es decir, a la Comisión Europea. El poder presupuestario también constituye una función compartida entre ambas instituciones en la Unión Europea, mientras que a nivel nacional, el poder ejecutivo se encarga de presentar los presupuestos, y el Parlamento solo tiene que aprobarlos.

Del mismo modo, el Europarlamento carece de capacidad tributaria, función que compite a los parlamentos nacionales, a los parlamentos de los distintos Estados miembros de la Unión. Por tanto, y finalizando con este ejemplo, podríamos decir que no se trata de dos esferas separadas de forma rígida, sino que las instituciones comunitarias se coordinan con las nacionales, ambas participan y toman decisiones de forma conjunta. No constituye tampoco un mero recorte de la soberanía nacional a favor de un poder central europeo fuerte, sino que hay que verlo más bien como una cesión de soberanía en pos de una mejor convivencia entre distintos gobiernos, un incremento de la base democrática y una más eficiente política común. El fin último de todo ello debe ser lograr mayores cotas de bienestar, justicia y libertad para todos.

miércoles, 7 de diciembre de 2016

La Europa de los ciudadanos y ciudadanas.

Este año se cumple el 30º aniversario del ingreso de España y Portugal en la entonces Comunidad Europea, desde aquel momento histórico y hasta hoy los avances que ha experimentado nuestro país han sido considerables en todos los aspectos, y con ellos las ventajas para los ciudadanos y ciudadanas de Europa que han pasado a ser también partícipes de un proyecto social y político más grande, un proyecto que sobrepasa los límites nacionales, se han convertido en ciudadanos de la segunda democracia más extensa del mundo, y la primera en cuanto a políticas sociales – dentro y fuera de sus fronteras – y Estado del Bienestar. La ciudadanía europea es un logro, pero aún hay mucho que recorrer para alcanzarla de forma plena.


En palabras de un filósofo y pensador español de nuestra época: “la idea de una ciudadanía europea es casi tan antigua como la propia idea de Unión Europea”. Podría situarse los orígenes de esta aspiración en el contexto de la segunda posguerra mundial, cuando los deseos de unidad y solidaridad entre los pueblos recorrieron todos los rincones del viejo continente, sin embargo, nos atreveríamos a decir que la idea de ciudadanía común es incluso anterior en muchos aspectos, superando incluso diferencias y barreras ideológicas, y la prueba de ello la tenemos en dos hechos, considerados como unos de los primeros hitos de este proceso: el “Manifiesto de Ventotene”, escrito en Italia antes incluso de finalizar la II Guerra Mundial (en 1941) y el informe de Leo Tindemans, de 1974.

En la Italia fascista un grupo de presos políticos, ligados la mayoría de ellos al Partido Comunista Italiano, y entre los que destacarán Altiero Spinelli – considerado hoy uno de los Padres Fundadores de la Unión Europea – redactaron de forma clandestina y en distintas lenguas el llamado “Manifiesto de Ventotene” en el que abogaban por el federalismo europeo. Idea que no solo encontramos en los movimientos de Resistencia de izquierdas, sino también en el campo liberal, combatiente igualmente del fascismo y el nazismo, con la diferencia que en este caso abogaban más por las reformas que por la revolución social, y no veían incompatible una Europa unida, y a la vez integrada en el bloque capitalista occidental (la OTAN y los beneficios del Plan Marshall), es el caso del proyecto de Leo Tindemans, político belga democratacristiano, aunque muy concienciado con los problemas de la clase obrera en su país que, a principios de los 70, abogó en un informe por una Europa federal en la que la ciudadanía común jugase un papel fundamental.
 
Altiero Spinelli, político italiano y uno de los considerados "Padres de Europa".

Son solo los inicios de un ambicioso y esperanzador proyecto, no carente de obstáculos, pero desde entonces se han sucedido algunos otros hitos importantes: en 1988 una delegación española en el Consejo Europeo celebrado en Roma presentaba un proyecto de ciudadanía común, y dos años más tarde se daba un avance importantísimo en este aspecto con el Tratado de Maastricht.
 El reciente fracaso del Referéndum sobre la Constitución Europea ha supuesto cierto freno a un proceso que parecía imparable y que se encontraba en una fase bastante avanzada, aunque el Tratado de Lisboa haya contribuido a “rescatar” en cierto modo las bases de este proyecto, nos encontramos ante un contexto histórico nuevo, las crisis económicas y humanitarias que está viviendo Europa, entre las que destaca la llamada “crisis de los refugiados”, están poniendo a prueba la solidaridad entre sus Estados miembros, han surgido recelos entre la opinión pública y ha crecido el euroescepticismo incluso en los países fundadores de la Unión y donde más fuerza y raigambre ha tenido siempre la idea de ciudadanía europea, no obstante, los logros alcanzados están ahí, son innegables, y las dificultades abordadas en el pasado también fueron de peso, por lo que somos muchos los que tenemos esperanzas en la continuación de este proyecto, en la ampliación de los derechos de ciudadanía europea.


España en la Unión Europea, 3 décadas de avances y retos.

El 12 de junio de 1985 se firmó el Tratado de Adhesión de España a la Comunidad Económica Europea, cuya entrada se hizo efectiva el 1 de enero del año siguiente, de 1986, junto a Portugal, celebrándose con un doble acto en Lisboa y Madrid. En la Sala de Columnas del Palacio Real de Madrid tuvieron lugar los discursos del rey Juan Carlos I y el entonces presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, en lo que constituyó la culminación de un proceso iniciado años antes cuando en 1977, en plena Transición hacia la democracia en nuestro país, el presidente Adolfo Suárez presentó la solicitud de ingreso al Consejo de Ministros de las Comunidades Europeas, y 8 años más tarde, el entonces presidente del gobierno español, Felipe González Márquez; su Ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Morán; el Embajador de España ante la Unión Europea, Gabriel Ferrán; y el Secretario de Estado encargado de las Relaciones con las Comunidades Europeas, el ciudadrealeño Manuel Marín, firmaban el Acta de Adhesión, posteriormente ratificado por unanimidad en el Congreso.


Se trataba de algo más que un mero hecho institucional o protocolario, con la firma de este Tratado España ponía fin a un pasado de aislamiento, a un pasado de autoritarismo, consolidaba su aún joven y frágil democracia e iniciaba una aceleración sin precedentes de su proceso de modernización a todos los niveles, social, político, económico, cultural…, “el Plan Marshall que España nunca tuvo”, como se le ha llegado a denominar recientemente.


Hoy, a algo más de 30 años de aquel histórico acontecimiento, todos los ciudadanos y ciudadanas, principales artífices y protagonistas de este proceso histórico, podemos hacer balance sobre las repercusiones que ha tenido para nuestro país, como ha cambiado en estas últimas décadas, tal y como ha hecho la oficina del Parlamento Europeo en España.

La economía española ha sido una de las principales beneficiarias de este proceso histórico, el Producto Interior Bruto de España (PIB) se ha doblado en los últimos años recortando distancias con respecto a la economía de los Estados más prósperos de la Unión Europea. La integración europea ha hecho que España se beneficie de los instrumentos de Asistencia Financiera existentes, las contribuciones financieras de todos los Estados miembros se reparten equitativamente conforme a recursos, subvenciones, préstamos y otro tipo de financiación, los fondos comunitarios han contribuido igualmente a paliar las diferencias económicas entre regiones dentro de España.


Todos nuestros sectores económicos se han visto modificados de forma positiva por la política comunitaria, así, de un sector primario prácticamente autárquico y atrasado, escasamente mecanizado y donde el campesinado estaba avocado a la pobreza o a la emigración a ámbitos urbanos o incluso al extranjero de forma estacional, nos encontramos hoy con una agricultura, ganadería y pesca altamente competitiva, y un mundo rural habitable y socialmente avanzado. Aunque aún queda mucho por avanzar en cuanto a desarrollo rural, España ha sido hasta el momento uno de los principales beneficiarios de los fondos comunitarios en cuanto a política agraria, el segundo después de Francia. La Política Agraria Común ha hecho que nuestro campo sea cada vez más competitivo, que los agricultores gocen de seguros y ayudas laborales, y que se potencien otras formas de riqueza como el turismo rural.

La pesca también ha sido un sector que ha crecido en las últimas décadas, pasando España a ser el principal exportador comunitario y beneficiándose de acuerdos pesqueros con terceros países, como Marruecos o Mauritania, cuyos caladeros son vitales para nuestra flota pesquera.

Las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes) constituyen la espina dorsal de la economía española actual y se han visto beneficiadas por la integración europea en el sentido de la existencia de fondos financieros a los que pueden optar, así como una apertura de sus negocios a nivel europeo e internacional. Nuestra industria no solo ha multiplicado sus exportaciones y se ha expandido dentro de la Unión sino también con respecto a terceros países, tal y como podemos comprobar con el reciente caso del Tratado Comercial con Estados Unidos. En 1995 se firmó en Madrid la llamada Agenda Transatlántica, acuerdo que ahora beneficiará a España sobre todo en cuanto a volumen comercial.


Pilar fundamental del desarrollo comercial ha sido también el desarrollo de los transportes. En 1986, España, Portugal y Grecia contaban con la red de transportes más deficitaria de todo el continente, hoy y gracias a los fondos comunitarios recibidos España ha mejorado en cuanto a su red de carreteras (pasando de los apenas 400 Km. de autopistas y autovías con los que contábamos a principios de los 80 a una red actual con más de 14.000 Km.), líneas férreas de alta velocidad comparables a las de otros países como Francia, e infraestructuras aeroportuarias y portuarias.


El turismo es otro sector fundamental de la economía española, y actualmente uno de los que más empleo genera en toda Europa. España es hoy la tercera potencia turística del mundo (después de Francia y Estados Unidos) por la gran variedad de paisajes, ciudades, regiones, de la que hace gala y por tanto presenta una gran oferta en cuanto a ocio, cultura, deportes, y en general actividades de tiempo libre. Todo ello ha mejorado en las últimas décadas gracias a las inversiones comunitarias en infraestructuras, a los avances en el transporte y los medios de comunicación, y a la apertura de fronteras y libre movilidad de ciudadanos de toda la Unión Europea. Actualmente, el Parlamento Europeo esta promoviendo una directiva sobre paquetes turísticos que conllevará una mayor protección y seguridad jurídica a los turistas que viajen por Europa y a las empresas dedicadas a este sector. 

Estos avances en materia económica han sido posibles entre otros muchos factores gracias a la lucha de la Unión Europea contra la evasión fiscal y el blanqueo de capitales. Los Estados miembros cuentan con soberanía fiscal, pero ceden competencias a la Unión Europea en este ámbito, a parte se está trabajando en la creación de una nueva fiscalidad europea.

Las políticas en materia económicas se desarrollan además en consonancia con el respeto y la preservación del medio ambiente, para ello la Unión Europea cuenta con programas de ayuda como LIFE y Red Natura 2000 que garantizan a través de fondos comunitarios los ecosistemas y espacios naturales de cada Estado miembro. En este sentido destacar que nuestro país es el Estado con mayor superficie protegida de toda la Unión Europea (210.000 Km2, de los cuales 137.000 son terrestres y 72.500 se corresponden con la superficie marítima).
Todos estos avances en materia económica carecerían de sentido sin su vertiente social, en este aspecto los españoles como ciudadanos europeos que somos hemos alcanzado mayores cotas de participación democrática, defensa de nuestros derechos y mejoras sociales.

Europa es hoy el continente con mayores avances en política social, sin embargo aún queda mucho por alcanzar. La Unión Europea trabaja en temas como la igualdad de género, la lucha contra el racismo y a favor de la integración, y la ayuda a los más desfavorecidos no solo dentro de sus fronteras sino también a nivel mundial.

Los jóvenes son hoy los principales perjudicados por la actual crisis económica. Con ayudas comunitarias se ha puesto en marcha el Plan de Garantía Juvenil con el fin de facilitar el acceso al empleo, la formación y las prácticas profesionales a los jóvenes menores de 25 años. La ayuda a los estudiantes, sector que ha crecido en los últimos años en nuestro país, por parte de la Unión Europea se ha materializado en los numerosos programas de movilidad, formación e intercambio desarrollados en los últimos años, es el caso del programa Erasmus+, que se creó precisamente al poco tiempo de ingresar España en la Unión Europea y del que cada año se benefician más estudiantes universitarios, nuestro país es además destino principal y predilecto de multitud de estudiantes de todos los países de Europa.

Los proyectos comunitarios destinados a la Investigación y el Desarrollo (I+D) han contribuido a crear la generación de jóvenes más preparada de la Historia, a esto se puede sumar la apertura de fronteras que ha supuesto la integración de España en la Unión Europea presentando ante estos jóvenes todo un campo de posibilidades para formarse, aprender idiomas e incluso encontrar nuevas salidas profesionales, sin embargo, la situación actual de crisis, que afecta sobre todo a los Estados del sur de Europa, presenta un nuevo reto, una asignatura pendiente, la llamada “fuga de cerebros”. Se aspira a que la salida laboral o educativa a otros Estados miembros de la Unión sea siempre una cuestión de preferencia personal, opcional, y no de mera necesidad.


Otro reto actual de la Unión Europea, y que como hemos tenido la triste ocasión de comprobar recientemente supone un drama humanitario, es el problema emigratorio. Europa históricamente ha sido un continente caracterizado más por ser destino de población que se dirigía a otros países del mundo que por recibir emigrantes, prueba de ello son las poblaciones de origen europeo de los llamados “países nuevos” u “otras europas” (Norteamérica, Australia, Nueva Zelanda, cono sur de América Latina) o las regiones que fueron colonias de países europeos, pero a partir de la II Guerra Mundial y como consecuencia del gran crecimiento económico de Europa Occidental y su estabilidad política y social se inició el proceso inverso y el viejo continente se convirtió en destino de emigrantes llegados de todos los rincones del globo, hoy gente de los países más desfavorecidos llaman a las puertas de una Europa más próspera en busca de una vida mejor, y aunque cada Estado miembro cuenta con plena capacidad de decisión en materia de emigración, la Unión Europea tiene competencias legislativas en áreas como la vigilancia de fronteras, la política de asilo y la libre circulación interna. En 2004 se crea Frontex, la Agencia Europea para la Gestión de Fronteras Exteriores con el fin de combatir y perseguir a las mafias traficantes de seres humanos y garantizar la seguridad en nuestras fronteras donde en ocasiones pierden la vida estas personas que intentan llegar a Europa. Por otra parte la política de asilo debe garantizar unas condiciones de vida dignas para los emigrantes asentados en los Estados miembros, velar por la plena integración y el respeto de sus derechos, así como combatir la discriminación y el racismo que puedan sufrir en las sociedades de acogida. La Unión Europea establece en este aspecto un reparto de responsabilidades y planes de acogida más equitativos para refugiados y víctimas de catástrofes naturales o humanitarias.


La Unión Europea vela por nuestros derechos como ciudadanos, en fecha tan temprana como 1975, las autoridades europeas ya comenzaron a proteger los derechos del consumidor, desde esa fecha hasta la actualidad, en la que se está regularizando el sistema de roaming en el uso de la telefonía móvil dentro de Europa, se han dado avances de todo tipo: protección y mejora de los derechos de los pasajeros aéreos; control de la calidad de los productos alimenticios que llegan a la mesa del consumidor, con la creación en 2001 de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaría; o la modernización de la Leyes de Protección de Datos de 2005, puesta al día por las necesidades derivadas de los nuevos avances en informática e Internet.

En el ámbito sanitario, la calidad y eficacia del sistema de la Sanidad Pública del Estado español, reconocidas por las autoridades sanitarias europeas, ha hecho de los ciudadanos españoles uno de los sectores sociales con mayor facilidad de acceso a la sanidad, y la población más longeva de la Unión Europea. Ejemplo de ello es el hecho de que la Organización Nacional de Transplantes haya servido de modelo para la Directiva Europea sobre calidad y seguridad de los transplantes de órganos, aprobada por el Parlamento Europeo en 2010. En este aspecto la Unión Europea ha contribuido también con la creación de la Tarjeta Sanitaria Europea que cubre de asistencia sanitaria a sus usuarios en cualquier Estado miembro donde se encuentren.
La cultura ha experimentado avances significativos y mejoras con la incorporación de España a la Unión Europea, hoy nuestros estudiantes universitarios son estudiantes europeos que pueden viajar y formarse en cualquier rincón del continente, al igual que la apertura de fronteras pone a disposición de cualquier ciudadano toda una amplia gama de oportunidades para estudiar, aprender idiomas o simplemente viajar y hacer turismo, esa es la riqueza de “la unidad en la diversidad” que representa Europa. Estas manifestaciones culturales, diversidad lingüística, y amplio patrimonio cultural y artístico son difundidos y protegidos por programas comunitarios, concretamente Cultura y MEDIA, que a partir de ahora se verán sustituidos por el Programa Europa Creativa y muchos otros, tales como Sello de Patrimonio Europeo, Capital Europea de la Cultura…etc.

El mundo actual está conformado por grandes bloques económicos o políticos, en este aspecto es indiscutible que el papel de España en el mundo ha crecido, tanto cualitativa como cuantitativamente, desde su integración en la Unión Europea. Las materias de política en Seguridad y Defensa común supervisadas por el Parlamento Europeo han contribuido al mantenimiento de la paz y de la seguridad tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. La Unión Europea es además hoy el principal donante de ayuda para el desarrollo como pone de manifiesto la Dirección General de Ayuda Humanitaria y Protección Civil (ECHO) de la Comisión Europea. El papel que puede jugar España en este aspecto es fundamental, por sus raíces históricas y culturales y por su situación geográfica nuestro país constituye una pieza clave de la política comunitaria, pues puede actuar como puente o interlocutor de la Unión Europea con los países del área mediterránea, norte de África y sobre todo de América Latina. 

España también ha avanzado en cuanto a cotas de democratización interna y de mejora de nuestras instituciones al servicio del ciudadano, de hecho nuestra transición democrática después de la dictadura militar franquista ha sido considerada modélica a nivel mundial, pero esta democratización ha seguido una doble línea al integrarnos en una democracia más amplia como lo es la  Unión Europea. Hoy son varios los canales de participación que la Unión presenta al ciudadano, como por ejemplo la Comisión de Peticiones, en la que se atienden las reclamaciones de los ciudadanos comunitarios que consideran que alguno de sus derechos no ha sido recogido de forma adecuada por las instituciones o se ha visto vulnerado, en este aspecto los españoles estamos entre los ciudadanos europeos que más apelamos al amparo de esta Comisión, al igual que fuimos los segundos que más peticiones presentamos ante el Parlamento Europeo el pasado año 2012. Los temas más demandados por los ciudadanos a estas instituciones europeas son los relativos a los asuntos sociales, la libertad de circulación dentro de Europa y la protección del medio ambiente.

La contribución de España a la amplia democracia europea también ha sido un factor importante: nuestra joven democratización ha servido de modelo a las más recientes transiciones llevadas a cabo en la Europa del este, a raíz de la caída de los regímenes autoritarios del otro lado del entonces llamado “telón de acero” multitud de países del este de Europa comienzan a democratizarse e integrarse en la economía de mercado, la Unión Europea comienza entonces a ampliarse hacia esta región del planeta, se rompe la idea de “las dos Europas”, y la experiencia con respecto a las jóvenes democracias del sur de Europa (España, Portugal, Grecia) juega un papel fundamental en este proceso.

A parte de ello, España ha contribuido con 4 presidencias del Consejo, y su papel es imprescindible en materias como la Política Agraria Común (PAC) o la Política de Pesca Común. España es además el primer Estado en aprobar mediante referéndum la Constitución Europea.

En definitiva los ciudadanos españoles hemos ganado en derechos, mejora económica, bienestar social y poder de decisión democrática en estos 30 años en los que hemos formado parte del proyecto de construcción de la unidad europea.

lunes, 5 de diciembre de 2016

Los procesos de integración en la Unión Europea.

Acaba de celebrarse las 3 décadas de ingreso de España y Portugal en el entonces Mercado Común que se hizo efectiva el 1 de enero de 1986. El proceso de adhesión no fue fácil, ambos países contaban con una democracia aún joven por lo que hubo que esperar a que ésta se consolidara. Pese a ello, las negociaciones precedieron a ambas transiciones políticas, se dieron ya durante la dictadura, y con la participación de grupos en el exilio. Estaba claro que la evolución natural de los países ibéricos era hacia su integración comunitaria, y que su democratización llevaba implícita la adhesión al club europeo, a la “gran familia europea” como la denominó cierta vez uno de los considerados “Padres de Europa”. España debía recuperar la democracia pero también el lugar que le correspondía entre las naciones de Europa Occidental. La solicitud de adhesión fue obra del gobierno de Adolfo Suárez, y el proceso concluyó durante el gobierno socialista de Felipe González. Parafraseando al nuevo jefe de Estado, el rey Juan Carlos I: Europa, más tarde o más temprano, tenía que tener en cuenta a España, los españoles somos europeos.  


Hay opiniones que han considerado este proceso de integración como el más prolongado y complejo de la Historia de la Unión Europea. Quizá es atrevido llegar a calificarlo así, y más teniendo en cuenta que posteriormente tendrá que integrar a naciones salidas de dictaduras populares o comunistas y por tanto años de aislamiento con respeto a Occidente. Lo que sí esta claro es que hasta la década de los 80, la Unión Europea era un proyecto llevado a cabo por democracias occidentales más o menos consolidadas, y que es más difícil integrar a las nuevas democracias, puesto que el proceso en este caso es doble. Los países de la Europa mediterránea, a excepción de Italia, accedieron tarde a la democracia tras sufrir dictaduras autoritarias o de derechas (el Franquismo en España, Oliveira-Salazar en Portugal, y la Dictadura de los Coroneles en Grecia). La década de los 90 será la de ampliación de Europa hacia los países nórdicos (Finlandia y Suecia) y Austria. Mientras que en el siglo XXI llegará el turno de los países del este de Europa, tras la caída del muro de Berlín y el fin de la URSS todos ellos comenzaron a avanzar hacia su democratización, el 2004 será el año de la gran ampliación, 5 países del antiguo bloque comunista (República Checa, Eslovaquia, Eslovenia, Hungría y Polonia), además de las 3 repúblicas bálticas que habían formado parte de la URSS hasta el momento (Estonia, Letonia y Lituania) e incluso 3 pequeños países mediterráneos, antiguas colonias británicas (Chipre y Malta) entraban a formar parte de la Unión Europea; el proceso continua en 2007 con la adhesión de Rumania y Bulgaria, y por último Croacia, en 2013.


Cabe pensar que este proceso de ampliación no ha finalizado, y que pese a amenazas como el referéndum británico, constituye un proceso progresivo, y sobre todo esperanzador. La integración de tantos Estados es complicada, y alcanzar la homogeneización económica con la generalización de las mejoras sociales y el bienestar de sus ciudadanos, una ardua tarea que requiere esfuerzo por parte de todos, sin embargo, los logros para los ciudadanos y ciudadanas de la Unión están ahí: la libre circulación de personas y mercancías, mismas condiciones en todos los países miembros, un campo de posibilidades inmenso en cuanto a programas europeos, para estudiar, trabajar o incluso viajar por Europa, sobre todo para los más jóvenes, mayor democratización de las instituciones que conlleva una mayor participación e implicación de la ciudadanía, y en definitiva el crear un espacio de libertad y bienestar sin parangón en la Historia como lo es hoy la Unión Europea es una realidad incuestionable.

El camino no ha sido fácil, la Europa de posguerra nada tiene que ver con la actual, pero aún quedan mucho en lo que avanzar. La crisis económica y social está cuestionando pilares básicos de la Unión Europea como son la solidaridad entre sus miembros, el espacio Schengen y la ayuda a los más necesitados. Esperamos que con el esfuerzo de todos no deje de ser un reto más, como tantos otros presentados en el pasado.    
  

jueves, 1 de diciembre de 2016

Los alumnos y alumnas del módulo de Técnico Superior de Animación Sociocultural y Turística del IES Dámaso Alonso de Puertollano (Ciudad Real) visitan nuestro centro.

La mañana del pasado 29 de noviembre los alumnos y alumnas del módulo de Técnico Superior en Animación Sociocultural y Turística del IES “Dámaso Alonso” de Puertollano (Ciudad Real) visitaron nuestras instalaciones, el Espacio Joven del ayuntamiento capitalino, donde se encuentra nuestro Centro de Información Europa Directo Ciudad Real y asistieron a una charla por parte de su técnico y que trató sobre los jóvenes y la Unión Europea, y en especial los recursos que desde Europa se genera para ellos. En total fueron 18 alumnos y alumnas, y 2 profesores, que conocieron de primera mano las instalaciones con las que cuenta el Ayuntamiento de Ciudad Real para los más jóvenes, y se mostraron interesados por las actividades y servicios que lleva a cabo el Centro Europa Directo Ciudad Real centradas sobre todo en el colectivo joven.


La charla que el técnico de Europa Directo Ciudad Real impartió a nuestros visitantes llevó por título “Recursos Europeos para Jóvenes”, tema de interés para todo aquel que estudia o cursa módulos encaminados a trabajar con este grupo social. Se comenzó con una breve introducción en la que se presentaba el centro de información Europa Directo, en que consiste su trabajo, cuantos centros hay en nuestro país y en el resto de la Unión Europea, y como dirigirse a ellos en caso de necesitar cualquier tipo de información relativa a Europa, proporcionándoles a los asistentes los medios de comunicación e información con los que contamos.

La Unión Europea presenta a los jóvenes todo un mundo de posibilidades que quizá en muchos casos desconozcan, para todos sus ciudadanos y ciudadanas, pero en concreto más aún para este colectivo que se encuentra en edad de formarse y estudiar. La mayoría de ellos han nacido ya siendo ciudadanos y ciudadanas de la Unión, pero han de saber valorar el esfuerzo que ha supuesto para las generaciones precedentes la creación de este gran marco democrático, de bienestar y de convivencia del que hoy disfrutamos todos los residentes en los países miembros de la Unión Europea. El proyecto comunitario supone todo un abanico de ventajas y oportunidades para nuestros jóvenes a la hora de viajar, estudiar, trabajar, hacer voluntariado…etc., y de todo ello les hablamos a estos jóvenes estudiantes, y a la vez futuros trabajadores con jóvenes, en esta charla.

Aunque no hemos realizado estadísticas, groso modo y guiándonos por la experiencia podríamos decir que en torno al 90% de los usuarios o demandantes de información que acuden a nuestro centro Europe Direct Ciudad Real son jóvenes con edades comprendidas entre los 18 y 35 años, con estudios superiores, con algo de conocimiento en idiomas, y con un ligero porcentaje mayor de chicas que de chicos. Este constituiría nuestro perfil principal. Sus demandas de información son de todo tipo, desde la Garantía Juvenil al empleo en Europa, pasando por información general para sus estudios, facilidades a la hora de viajar, recursos y becas para estudiar en otro país de la Unión Europea, Servicio de Voluntariado Europeo, y un largo etcétera.


La mayor parte de los jóvenes consultados – y en este aspecto si que existen encuestas de cultura europea y opinión realizadas por Europa Directo Ciudad Real – con edades comprendidas entre los 18 y 30 se consideran europeistas, o al menos muy interesados por los asuntos de la Unión Europea, con una tendencia en aumento como podemos comprobar al comparar los datos del 2014 con los del 2016, y mayor porcentaje que con respecto a la población en general que se define como europeista.


De todos estos temas hablamos a nuestros visitantes de hoy en la charla, para seguidamente informarles sobre los recursos europeos para trabajar tanto en cualquier país de la Unión Europea como para las instituciones comunitarias. En este aspecto, nuestras consultas nos arrojan el dato de que el 40% de los jóvenes entre 18 y 30 años estaría dispuesto a buscar trabajo y residir por motivos laborales en otro país de la Unión Europea distinto al suyo (datos de 2014), siendo entre los usuarios de nuestro centro los países más demandados para trabajar: Reino Unido, Alemania, Francia e Irlanda (por ese orden). Proporcionamos a nuestros oyentes recursos para trabajar en la Unión Europea y sus Estados miembros pero también las ventajas y beneficios que la ciudadanía europea nos presenta para ello, al igual que para estudiar. Hablamos igualmente de los recursos para estudiar y formarse en Europa, realizar el voluntariado o simplemente viajar y hacer turismo por un continente que nos presenta una gran variedad cultural y artística.

La charla se llevó a cabo de forma participativa y amena, interesándose nuestros visitantes por todos los recursos de movilidad para jóvenes existentes en la Unión Europea. Cuentan con un Erasmus+ en marcha. Seguidamente visitaron nuestras instalaciones acompañados por la técnica de Juventud del ayuntamiento. Los alumnos y alumnas se encuentran en el segundo curso de este ciclo formativo por lo que a partir de marzo comenzarán las prácticas, y algunos de ellos barajan la posibilidad de realizarlas en nuestro centro, en el Espacio Joven.


miércoles, 23 de noviembre de 2016

Sesión informativa en la Lanzadera de Empleo de Ciudad Real.

Europa Directo Ciudad Real visitó el pasado martes 22 de noviembre a los 17 participantes de la Lanzadera de Empleo de Ciudad Real para informarles durante una amena y participativa sesión de los recursos y oportunidades, sobre todo en materia de empleo, que nos ofrece la Unión Europea.

Las Lanzaderas de Empleo agrupan a modo de equipo de trabajo a personas en situación de desempleo, pertenecientes a varios sectores profesionales y con distinto tipo de formación académica, con el interés común, dinámico, comprometido y solidario de darse a conocer a la sociedad y en particular al mundo empresarial, a la vez que conocer los recursos, los modos más apropiados, y las técnicas más útiles para la búsqueda de empleo, todo ello bajo la coordinación y supervisión de un técnico, en este caso Diego Rodríguez Tercero, al que desde el Centro de Información Europa Directo Ciudad Real agradecemos el haber contado con nosotros para esta jornada informativa.
 
La charla, a cargo de Máximo Galindo Barderas, técnico del centro de información de Europa Directo Ciudad Real, comenzó con una introducción en la que se daba a conocer a todos los asistentes las funciones y servicios que llevan a cabo estos centros pertenecientes a la red de información de la Comisión Europea, es decir, explicarles que es un Europa Directo, al igual que al final de la misma, se especificó donde se encuentra la correspondiente oficina en nuestra ciudad y como hacernos llegar sus dudas y cuestiones a través de los medios de comunicación o redes sociales, en caso de necesitarlo.



Tras esta presentación se hizo un breve repaso de qué es la Unión Europea: sus características, objetivos, evolución, historia, así como instituciones principales, temas que prácticamente todos los participantes de la Lanzadera de Empleo dominaban debido a su formación académica.

La parte más importante de la jornada, y a la que más tiempo y cuestiones a abordar se dedicó, fue la relativa al empleo en Europa, como cabría esperar de esta charla y la audiencia a la que iba dirigida. En ella se hizo una somera enumeración de todas las ventajas y beneficios que para el ciudadano tiene el pertenecer a la Unión Europea a la hora de buscar empleo en cualquiera de sus Estados miembros, como son la apertura de fronteras y las facilidades para trabajar o residir en cualquiera de ellos.

Los asuntos relativos al mercado laboral, a los trabajadores, o a la búsqueda de empleo, constituyen una de las preguntas más frecuentes de entre las que nos hacen llegar cada día los usuarios de nuestro centro de información, por lo que mostramos también estadísticas en las que se observaban los países más demandados como destino laboral por parte de los usuarios de Europa Directo Ciudad Real.

Seguidamente les proporcionamos recursos para obtener información sobre el mercado laboral en la Unión Europea y los Estados que la componen, y para facilitar la búsqueda de trabajo en ellos, haciendo especial hincapié en páginas webs fundamenteles como lo son Europass y Eures. Del mismo modo, no solo hablamos de trabajar en la Unión Europea si no también de trabajar para la Unión Europea, como es el caso de la Oficina Europea de Selección de Personal (EPSO).

Otros enlaces de interés a la hora de trabajar en otros países de Europa son los relativos al emprendimiento y las ayudas a las empresas, la homologación y el reconocimiento de títulos y cualificaciones profesionales, la cobertura sanitaria, el pago de impuestos, la protección por desempleo o el cobro de pensiones, por poner solo algunos de los ejemplos más relevantes y de los que también se proporcionó información.


En la última parte de la sesión informativa, y teniendo en cuenta que se trata de personas con inquietudes a la hora de estudiar y formarse, se habló de otras formas y recursos de movilidad por Europa, como son los estudios (la mayoría de los asistentes conocían ya programas de movilidad, sobre todo en el ámbito universitario, como es el caso del Erasmus+), el voluntariado (del cual ya tuvieron una sesión informativa a cargo de nuestros compañeros del Consejoven, estructura de envío y acogida de voluntarios europeos) y también, por qué no, de las ventajas que la Unión Europea, el espacio Schengen, y los programas y recursos comunitarios existentes, así como la riqueza cultural y artística de nuestro continente, les ofrecen a la hora de viajar, hacer turismo, y en definitiva vivir una experiencia en otro país europeo, y de la que no tenemos duda que siempre les resultará enriquecedora.